Los cuerpos, nuestros cuerpos, son espacios móviles, cambiantes. Territorios de expresión de la naturaleza humana: mapas sensibles y vivientes de nuestro itinerario de vida; de nuestros anhelos, frustraciones, batallas y victorias.
Nuestros cuerpos son nuestro patrimonio y nuestra herencia. Nos hablan de diversidad, de cambio, de choque y transformación. Espacios migrantes eternamente en tránsito hacia otro lugar.
Migran las formas, migran las ideas, migran los espacios internos, migra la salud físcia, emocional y psicológica, migra la identidad, migramos siempre; migramos irremediablemente en el tránsito inexorable hacia el fin de nuestros días.
Nuestros cuepos migrantes: eternos espacios fluctuantes en búsqueda de libertad.